El mural presenta en la base una escena marina como referencia a la tradición pesquera de la región y al área de ubicación de la Facultad.
En la parte central se levanta una columna que se inicia con un cráneo trepanando, alusión a la antigua tecnología médica andina. Continúa con la Vara de Escapulio, que lleva una sola serpiente. Esta unidad se superpone al Arbol de la Vida que es presentado como un tronco añoso del que parten numerosas ramas.
La figura central de la obra es DANIEL ALCIDES CARRION en cuyo homenjae fue plasmado el mural, al cumplirse el primer centenario de su muerte. El retrato refleja las facciones genuinas de un hombre de raza andina, como en realidad fue de Carrión, a diferencia de la errónea imagen europea que se le atribuyo.
El conjunto qe sigue está conformado por un curandero en actitud de examinador a un paciente que presenta lesiones características de la Verruga Peruana. Una de ellas, ubicada encima de la ceja derecha, recuerda la lesión de Carmen Paredes, de la cual, Carrión tomó material para su autoinoculación.
Remata la columna central un grifo, figura que aparece en los escudos de la Ciudad y de la Universidad.
A ambos lados de la columna aparecen una serie de símbolos; a la derecha se observan elementos relacionados con la tradición prehistórica, entre los que destacan, la araña <<viuda negra>>, un huaco mochica con un felino y del cactus San Pedro; al lado izquierdo se muestran algunos instrumentos relacionados con la medicina moderna.
Tres círculos de color fresa representan glóbulos rojos parasitados por el germen causante de la enfermedad de Carrión (Bartonella Bacilliformis). Cabe remarcar que la experiencia del héroe tuvo el propósito de demostrar la unidad entre la fiebre grave y anemizante y la forma eruptiva conocida como verruga peruana.
Las figuras humanas que aparecen a ambos lados del curandero representan dos actitudes en la conducta humana: una bíblica y otra nativa, tal como se ilustraen la cerámica prehispánica.
Toda la estructura del mural está integrada por las ramas del Arbol de la vida, cuya condición singular le permite dar todo tipo de flores y de frutos.
Esta obra fue plasmada a iniciativa del Dr. Hernán Miranda Cueto, profesor de nuestra Facultad, como homenaje al centenario de la muerte de Daniel Alcides Carrión, mártir de la Medicina Peruana.
La confección artistica pertenece al maestro Víctor Delfín Ramírez.
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